El sol que por el horizonte nace
y que calienta el monte y la montaña
cada nuevo día nos complace
y cada día nos propone alguna hazaña
Con la fuerza de ese mismo sol naciente
y que hace al mundo vestirse de colores
así me crece un sentimiento muy ardiente
y al mismo tiempo se incrementan mis temores
Temo que al salir el sol, el día siguiente
tu ya no estés, que te hayas ido con la brisa
temo buscarte en el calor del sol naciente
y no encontrar ni tu calor ni tu sonrisa
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